¿Cómo es la Nueva Masculinidad?

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El modelo tradicional del varón se ha visto cuestionado en las últimas décadas, debido tanto a la reafirmación de la mujer, como a la liberación homosexual; y así hemos notado, como las mujeres se han masculinizado y los hombres se han feminizado.

La masculinidad emocional, es completamente necesaria, sana e integradora, construye un mundo mejor en todos los niveles

Aquella masculinidad que aún persiste, la tóxica, es destructiva y devastadora: la feminicida, la de las guerras, las violaciones y la abusiva, ésta que se sigue reflejando, aún con las conductas antideportivas. Lo que posiblemente vemos, es que por miedo a perder una imagen social viril, muchos hombres se aíslan de sus propias emociones, como en huída de sí mismos.

El hombre de hoy necesita reencontrarse, y aceptar su mundo de sentimientos, lo cual no los hace menos hombres, ya que éstos no son obstáculos inadecuados, y molestos, sino más bien es la vía para conectar con la propia identidad , libres de condicionamientos castrantes y destructivos y hasta adoctrinamientos externos de adicción al poder y a la dominación ; permitiéndoles expresar ira, audacia y agresividad como sentimientos exclusivos, cuando por supuesto, que no es todo lo que son.

Hombres y mujeres en esta evolución de roles, no son enemigos, y es absurdo crear una guerra de poder, porque como dijo ¨Krishnamutri: Aquellos que desean crear un nuevo estado de cosas, deben comprenderse a sí mismos, en su relación con el otro”.

Es por eso que aprender a escuchar y a escucharse, hace que contactemos con nuestros sentimientos: escuchar lo que se siente, y dejarse sentir

En la vida todos queremos demostrar, vencer y triunfar, pero nos enfocamos demasiado en el mundo material, es necesario tener un mayor dominio del mundo interior, de las armas innatas que poseemos, como lo son la mente, las facultades, el intelecto y el espíritu.

 

Fortalecer valores como la tolerancia, la aceptación y la flexibilidad, para ejercer una masculinidad madura, basada en la inteligencia emocional y espiritual.

Aceptar cualquier debilidad sin vergüenza, porque todos las tenemos, reconocerla con honestidad y saber por qué se encuentra allí, para empezar a trabajarla, con el valor característico y sin miedo al que dirán, sino más bien con la convicción de aquello que a les haga sentir mejores y más plenos, más completos, lejos de cualquier tipo de culpabilidad reiterativa, sino con la convicción y certeza de que ésta vez, van a convertirse en su mejor versión, ese es el verdadero valor del hombre.

ANA ARJONA Psicóloga, Tanatologa e Hipnoterapeuta Clínica

FB Ana Arjona