La palabra chacra viene del sánscrito y quiere decir rueda o disco, y se utiliza para referirse a los siete centros energéticos del cuerpo humano. Los chacras representan el estado de conciencia de cada persona y si están bien activados, se reflejan en lo interno y en lo externo. Los siete chacras coinciden también con las glándulas más importantes de nuestro cuerpo; si se encuentran desactivaos o mal activados, se refleja en enfermedades y estados de ánimo alterados.
Los chacras tienen como función principal revitalizar el cuerpo energético, o sea, el aura, reflejándose en el cuerpo físico. También ayudan en el desarrollo de la conciencia, pues cada chacra está relacionado con una función psicológica especifica. Cuando la actividad de los chacras es normal, cada uno de ellos está abierto y girando en el sentido de las manecillas del reloj, ayudando a metabolizar la energía universal, de lo contrario estarían girando al revés, interfiriendo con el metabolismo, a eso se le conoce como tener el chacra cerrado o bloqueado.
Chacra base o raíz (Muladhara)
Está relacionado con la preservación y supervivencia y se ubica en la base de la espina dorsal, punto que nos conecta con la tierra. Si se encuentra desactivado, genera violencia, inseguridad y un carácter impulsivo. Activado atrae prosperidad, salud, seguridad y confianza en uno mismo.
Actívalo con: aromas de canela y pachulí, y con piedras rojas y negras como el rubí y la obsidiana.
Chacra sexual (Swadhisthana)
Se relaciona con las emociones y la gratificación y se ubica en la pelvis. Desactivado conlleva celos, posesión y amor basado en el sexo. Activado procura la aceptación a los cambios, satisfacción personal y conexión con los demás.
Actívalo con: aromas de sándalo y jazmín, y con piedras color naranja como el coral y el ámbar.
Chacra del plexo solar (Manipura)
Está relacionado con la definición personal, la autoestima, la vitalidad y el placer, también con la extroversión, la sabiduría espiritual y la conciencia universal. Se ubica en el abdomen, a la altura de la boca del estómago. Desactivado crea frialdad emocional y ambición. Activado proporciona efectividad, energía y poder personal.
Actívalo con: aroma de jengibre o manzanilla, y con piedras amarillas y doradas como el cuarzo citrino y el ojo de tigre.
Chacra del corazón (Anahata)
Está relacionado con la aceptación personal y se ubica en el pecho, a la altura del corazón. Desactivado trae la inestabilidad emocional y represión amorosa. Activado eleva la autoestima, expresa sentimientos de amor profundo y compasión.
Actívalo con: aroma de rosas y manzana, y piedras verdes como el jade y la esmeralda.
Chacra de la garganta (Vishuda)
Se le relaciona con la expresión y se ubica en la garganta, en la zona de la glándula tiroides. Desactivado conlleva incongruencia al hablar. Activado ayuda a una comunicación fluida y a la creatividad.
Actívalo con: aroma de eucalipto y piedras azules como la turquesa y aguamarina.
Chacra del tercer ojo (Ajna)
Directamente relacionado con la reflexión, la intuición y la capacidad de entender conceptos mentales, se ubica en la frente, en el entrecejo. Desactivado se refleja en falta de lógica y orgullo. Activado proporciona un claro entendimiento de lo que nos rodea, permitiéndonos ver todos los aspectos, evitándo enfocarse en uno solo.
Actívalo con: aroma de menta y jazmín, y piedras azul oscuro como el zafiro.
Chacra de la coronilla (Sahasrara)
Está relacionado con la conexión de la persona y su espiritualidad, integra todo su ser: emocional, mental y espiritual. Es la conexión con lo divino y eterno, con Dios. Se ubica en la parte superior de la cabeza, en la famosa mollera. Desactivado se refleja en depresión y obsesión. Activado da sabiduría y entendimiento.
Actívalo con: aroma de rosas y lavanda, y con piedras moradas como la amatista.
Se sabe que la mayoría de las personas tienen de tres a cuatro chacras cerrados, lo que obstruye la entrada y flujo de la energía a nuestro cuerpo, resultando en un funcionamiento anormal de las tareas físicas, psíquicas y espirituales. Los chacras son una especie de mapa interior y representan la relación con nosotros mismos y la forma en que interactuamos con el mundo exterior. Un mal funcionamiento de los chacras traerá como resultado una vida desadaptada al mundo que nos rodea.
Consejo: una de las mejores formas para lograr que la energía fluya y mantenga una perfecta alineación de chacras es por medio de la meditación. La posición de flor de loto permite que la energía de la tierra entre por el chacra base o raíz, recorriendo todo nuestro cuerpo y nos conecte por el chacra de la coronilla hasta donde se encuentra la divinidad y viceversa, fungiendo nosotros como un canal energético que nos proporcionará un estado armónico y traerá consigo la buenaventura.
