Los amores imposibles duelen y duelen mucho. En ocasiones nos enamoramos de personas que no debemos, que son socialmente incorrectos o también podemos enamorarnos perdidamente de personas famosas, jefes o de gente que admiramos. Así es el amor; muchas veces surge con fuerza y no respeta ninguna ley.
Y a pesar de saber que no se puede dar, nos encanta tropezar una y otra vez con la misma piedra, a esto le llamamos amor imposible, cuando el vínculo afectivo entre dos personas no es suficiente para que se pueda dar una relación .
Tres tipos de amores imposibles:
1 El amor fantasma
Se llama de esta manera cuando se idealiza a una persona y se le atribuyen cualidades que soñamos en la persona ideal. Un amor idealizado materializado en una ex -pareja, en alguien que conocimos que nos resultó interesante pero que no llegamos a iniciar una relación, incluso en algún conocido. Recibe este nombre porque en realidad la persona que amamos no es como pensamos. De esa manera nos estamos engañando y nos enamoramos de alguien que no existe.
2 El amor narcisista
Este amor se caracteriza porque la persona busca a alguien parecido a él o ella, o por lo menos con rasgos similares a los propios o que le gustaría tener. Este tipo de personas siempre están en busca de la persona ideal y por eso pocas veces o ninguna encuentran a alguien digno de o bueno para ellos.
Como resultado de ese amor narcisista, la persona acaba desilusionada y yendo de un fracaso amoroso y en muchos casos terminando sola.
3 El amor complejo
El amor difícil o complejo es el que hace imposible que ese amor anhelado se llegue a concretar. Pasa cuando hay una gran diferencia de edades, un empleado de bajo rango se enamora de un jefe, alguien homosexual o hetero se enamora de otra persona con gustos diferentes o de una persona casada. Todos estos casos pueden llegar a ser un tipo de amor imposible, ya sea porque en su mente hay limitaciones porque de hecho son inverosímiles.
Estos amores se catalogan como imposibles, porque el conflicto hace parte de este. El primero idealiza y decepciona; el segundo porque no hay dos personas iguales y el tercero porque es algo meramente inmaduro y pasional.
Recuerda que un amor en el que se sufre mucho, no es amor. Un romance real y seguro surge del trato diario y continuo. Lo ideal es que a pesar de los defectos, nos encantemos, disfrutemos del momento y vivamos. Sin embargo, ambos deben sentir lo mismo, sin hacer daño a nadie.