Cómo poner el Altar de Muertos

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Llego el momento de levantarle un altar a nuestros muertos, para que ahora que vienen a vernos, encuentren su camino despejado.

En el festejo de los santos difuntos, nuestros muertitos regresan a visitarnos. Es un fiestón que organizamos  para expresarles que son bienvenidos, que los extrañamos, que siguen viviendo en nuestra casa, en nuestro corazón, en nuestros recuerdos y que eso los hace inmortales.

La tradición dice que se ha de colocar papel picado de colores. El papel es importante porque se mueve con el aire representando al viento.

Se buscan las mejores fotografías de nuestros muertos para colocarlas en el altar, es bueno que se vean contentos o al menos que su imagen refleje su verdadera personalidad. Las fotos son como una especie de id, de forma que si estuvieran en el purgatorio cotejan con la foto para dejarlos salir.

La verdad es que nunca estamos preparados para la muerte, quisiéramos vivir por siempre y que nuestros seres amados jamás se vayan de nuestro lado. por eso colocamos en el altar calaveritas de dulce, para recordar que aunque no nos guste, la muerte siempre está presente.

Foto: México Desconocido

Las velas son el elemento fuego: una en cada punto cardinal, para que los difuntos no se pierdan, para que se orienten y puedan regresar a casa, por eso también las flores de cempazúchitl, muy de temporada, muy olorosas y de un color naranja muy encendido. Con las flores no solo se decora el altar, sino que se les arma un caminito que ellos puedan ver desde arriba y que los guíe desde su tumba, a la entrada de la casa.

Para que ningun espiritu maligno pueda entorpecer el paso de nuestro muerto, quemamos copal, una resina de utilización ritual que nos recuerda el aroma de las iglesias.

Tambien se forman dos cruces de ceniza, la grande es para que al llegar pueda expiar sus penas, la cruz pequeña, es una ayuda para salir -por si estaba en el purgatorio-.

Hasta aquí hemos hecho nuestra parte para que regresen fácilmente, pero aun nos falta.

Porque miren, los muertos vienen cansados, así que hay que dejarles jabón y toalla por si necesitan limpiarse, también hay que ponerles una jarra con agua para que puedan refrescarse; ahora que si el occiso bebía, se le deja una copita o de plano toda la botella de su licor favorito… y si fumaba, se le ponen sus cigarritos… también hay que cocinarle, hay que servirle sus platillos favoritos y por qué no, hasta ponerle su música.

Pensamos en nuestro muerto, en lo que nos faltó por hacer, por decir, por abrazar, por reír.  a veces recordamos lo último que  dijimos o que no  dijimos.…si tan solo hubiera…

Y no sabemos si al morir desapareció de su alma el recuerdo humano,  si se convirtio en un ángel, si acompaña al señor en el cielo, si intercede y  nos vela los sueños… a veces lo sentimos cerca, a veces no se siente nada.

Hay muertos a los que les lloramos por siempre, les lloramos adentro, en el corazón, a esos muertos les hacemos una fiesta para celebrar su vida.

Gracias por haber existido… tu vida fue un regalo en mi vida.