Cuando alguien sufre una quemadura, la prioridad es actuar con calma y precisión para minimizar el daño. No cometas errores comunes que pueden agravar la lesión.
- No retires la ropa quemada. Si la tela se adhiere a la piel, jamás la desprendas. Corta alrededor de la zona afectada, pero deja lo que está pegado. Removerla podría causar más daño y sangrado.
- Cubre la herida, no la sumerjas. Las quemaduras superficiales pueden enfriarse con agua a temperatura ambiente, pero nunca uses agua fría en quemaduras graves. Esto puede provocar hipotermia y llevar al cuerpo a un estado de shock. Lo correcto es cubrir la zona con un trapo limpio o una gasa estéril para protegerla de infecciones y mantener la temperatura.
- La cara es una prioridad absoluta. Si una persona tiene quemaduras en la cara, es la primera en atender. Esto es vital, porque la hinchazón en esta zona puede comprometer las vías respiratorias y causar asfixia.
- Protégete de las infecciones. La piel es nuestra primera barrera, y una quemadura la destruye, dejando el cuerpo expuesto. Por eso, una vez que la herida está fría, cúbrela con un paño limpio para evitar que entren bacterias.
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¿Cómo protegerte de un incendio?
Los incendios no solo son fuego. Hay un elemento invisible y mortal: el calor radiante. Este calor te puede quemar sin siquiera tocarte.
- Huye del calor radiante. La radiación de calor es la que te quema a distancia. Por eso, la mejor defensa es la distancia. Si te encuentras en un incendio forestal, por ejemplo, debes alejarte lo más rápido posible.
- Ve contra el viento. Si te enfrentas a una columna de humo, siempre muévete en dirección contraria a la que sopla el viento. Los vientos empujan el humo y las nubes de gas tóxico hacia ti. Al moverte contra la corriente, te aseguras de respirar aire más limpio.
- Si la situación es crítica, cúbrete. Si no puedes escapar, busca un lugar para resguardarte. Cubre tu cuerpo con ropa, sábanas o incluso tierra para proteger tu piel del calor extremo.
Teléfonos de Emergencia
El paso final, y el más importante, es pedir ayuda. No te arriesgues a intentar resolverlo todo tú sola.
- Llama de inmediato. Si tienes a la mano los números de emergencia, úsalos sin dudar. Dependiendo de tu ubicación, puede ser el 911 o un número local. Los bomberos y paramédicos son los únicos que pueden dar la atención adecuada en estos casos.