Las dificultades de aprendizaje en niños y jóvenes se pueden deber a varias causas que pueden ser genéticas, ambientales o por la exposición a sustancias o complicaciones durante el embarazo. Los tipos más comunes incluyen la dislexia (lectura), la discalculia (matemáticas) y la disgrafía (escritura).
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente uno de cada 100 niños tiene autismo, entre el 10% y el 15% de la población mundial padece dislexia y más del 4% de la población global padece TDAH.
La detección temprana tiene mejores resultados porque se puede atender a tiempo porque el cerebro está en proceso de desarrollo y maduración. Es fundamental reconocer las señales, comunicarse con los profesionales de la escuela y fomentar la autoestima de tu hijo, centrándose en sus fortalezas y su esfuerzo.
Tipos comunes de dificultades de aprendizaje
- Dislexia: Dificultad para leer, comprender el texto y la ortografía.
- Discalculia: Dificultad para entender conceptos matemáticos, números y operaciones.
- Disgrafía: Problemas con la escritura, como la ilegibilidad y la falta de fluidez.
- Trastorno del procesamiento auditivo central: Dificultades en cómo el cerebro procesa los sonidos.
- Trastornos del aprendizaje no verbal: Afectan la habilidad para comprender el lenguaje corporal y las señales sociales.
Posibles causas
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Factores genéticos:Si hay antecedentes familiares de trastornos del aprendizaje, el riesgo aumenta.
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Complicaciones prenatales:Exposición a toxinas, alcohol o drogas durante el embarazo puede causar problemas neurológicos.
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Factores ambientales:La exposición a toxinas como el plomo o la falta de estimulación en los primeros años.
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Lesiones cerebrales:Daños en áreas del cerebro que procesan la información.
Señales a tener en cuenta
- Desarrollo motor: Saltarse etapas motoras, retraso en el lenguaje, o torpeza.
- Sensoriales: Reacciones exageradas a sonidos fuertes o aparente falta de audición.
- Académicas: Dificultades persistentes para leer, escribir, calcular o comprender información.
¿Cómo apoyar a tu hijo?
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Comunicación:
Habla con tu hijo para que entienda sus diferencias y se sienta cómodo con ellas.
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Colaboración escolar:
Mantente en contacto con la escuela para asegurar que reciba el apoyo y las adaptaciones necesarias.
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Fomenta su autoestima:
Elogia el esfuerzo en lugar del desempeño, y recuerda que sus fortalezas son importantes.
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Busca apoyo profesional:
No dudes en buscar grupos de apoyo, defensores educativos o profesionales de la salud mental.