Una investigación de la Universidad de Murcia demuestra que cuanto más se digitaliza un país, más tiempo pasan sus ciudadanos sentados: en concreto, 12,6 minutos más al día por cada décima de crecimiento. A mayor cantidad de dispositivos digitales, más sedentarismo, lo que supone un riesgo para la salud: no moverse de la silla aumenta la morbilidad y la mortalidad. La clave está en transformar estos avances tecnológicos en aliados para incrementar la actividad en lugar de disminuirla.
En el caso del progreso tecnológico parece que los efectos de esos avances se hacen patentes en el nivel de actividad que incorporan nuestras rutinas y, consecuentemente, en nuestra salud. “Se ha descrito que pasar sentado más de la cuarta parte del día (quitando horas de sueño) incrementa la morbilidad y la mortalidad por todas las causas, con independencia de que se haga ejercicio dos o tres veces por semana. Pasar más de cuatro horas sentados tiene un efecto negativo sobre nuestra salud”, señala Ernesto de la Cruz, investigador responsable del departamento de actividad física y deporte de la Universidad de Murcia, España.
La tecnología como aliada
En línea con esto, es recomendable activar las alertas, sobre todo mientras duren las limitaciones que la pandemia impone sobre la movilidad. De la Cruz no cree que sea necesario, ni realista, bajarse del tren de los avances tecnológicos. De hecho, los mismos avances que nos mantienen en nuestros asientos pueden convertirse en herramientas para incrementar nuestra actividad. Teléfonos móviles, relojes inteligentes y pulseras de actividad ya incorporan aplicaciones que nos permiten evaluar nuestro gasto energético y fijar objetivos diarios.











