¿Te acuerdas de la historia de Blancanieves? Recordarás que la madrastra de Blancanieves odiaba y detestaba a Blancanieves. Antes de que Blancanieves creciera,  La madrastra le preguntaba a su famoso espejo:  ¨¿espejito espejito quién es la más bella? y el espejo siempre le contestaba: tú, tú eres la más bella de todo el reino¨.

Pero llegó un día en que preguntó ¨¿espejito espejito quién es la más bella? y el le contesta: Blancanieves es la más bella y a partir de entonces ella desató una ira terrible y lo único que quiere es desaparecer de la faz de la tierra a la pobre Blancanieves que es simplemente la niña huérfana porque su madre muere, entonces empieza a perseguirla y encontrar las maneras de acabar con ella.

Vivimos en una sociedad en la que uno de los atributos que más se valora es la apariencia física.

Muchas mujeres (y también algunos hombres) no son capaces de aceptar la aparición de las primeras arrugas, e intentan disimular su edad.

Con el paso del tiempo la edad deja su huella, y la infelicidad se vuelve cada vez mayor para ellas, ya que no soportan ver como su aspecto físico va cambiando. Pasados los 40, van dejando atrás esa belleza característica de su juventud y aparece la frustración y la ansiedad.

La Psicóloga Lucy Romero, asegura que muchas veces  las mujeres atraviesan por ese trauma, ¨atravesamos por esta situación en la cual mientras somos las mamás de nuestros hijas pequeñas, tenemos una actitud en la cual nosotras las mujeres nos sentimos las fuertes porque ellas son los pequeñas, pero conforme empiezan a crecer nuestras preferencias cambian y muchas madres empiezan a darse cuenta que sus hijas al volverse adolescentes empiezan a adquirir una belleza y una frescura de la juventud que las madres  empiezan a sentir que carecen¨.

Entonces muchas mujeres empiezan a competir con sus hijas.  ¨ ¿Qué es lo que hacen? Lo que hacen precisamente es montar una guerra campal contra sus propias hijas, empiezan primero a querer meterse al gimnasio para estar nuevamente delgadas y fuertes y flexibles lo cual es muy bueno, pero si no es en base a competir con tu hija, tú tienes tu edad y tu edad es hermosa como madre,  no tienes porque competir con tu hija¨.

Después empiezan a competir con la ropa o empiezan a competir con él maquillaje o empiezan a competir por la atención de los amigos de la hija  y entonces ella la desplaza y ellas son las que se ponen a hablar con los chicos ya querer ser el centro de atención y ya querer hablar como ellos y contar chistes y ser las más populares y no le dejan espacio a la hija para respirar esto que se llama complejo de Blancanieves.

¨Es una etapa de carácter psicológico que las mujeres deben de estar muy prevenidas con la adolescencia de sus hijas, la juventud de sus hijas las  tiene que llenar de felicidad, de orgullo de esta capacidad maravillosa de que la hija pueda desarrollarse de una manera muy positiva, de una manera sintiéndose atendida¨

La madre no debe entrar en competencia y no criticar y humillar a las hijas por sentirse desplazadas.

¨En vez decirle,  mi amor te ves hermosa, qué jovencita que linda estás, qué orgullosa me siento yo como tú madre de verte tan linda y déjame te ayudo a que te veas más hermosa no al contrario decirle aquello que a la niña la va a ser sentirse insegura¨.