Los bebés nacen con la facultad del llanto y esa es su forma de comunicarse durante los primeros meses. Por lo general, el llanto de un bebé indica: “Tengo hambre” suele ser breve y grave, mientras que el llanto de “Estoy molesto” suele ser más variable y agitado. Una cosa te aseguramos, serás capaz de reconocer qué necesita tu bebé dependiendo del tipo de llanto…esta sensibilidad se va desarrollando con los días.
El bebé recién nacido es capaz de distinguir entre el sonido de la voz humana y otros ruidos. Debemos estar atentos al modo en el que nuestro pequeño responde a la voz humana y entender lo importante que es nuestra voz para él, puesto que también la identifica según los cuidados que le brindamos. Nuestra voz anuncia lechita, bañito, abrazos, caricias, comodidad.
Es muy común que los bebés atraviesen un período de inquietud y agitación aproximadamente a la misma hora del día, generalmente entre las últimas horas de la tarde y la media noche. A pesar de que todos los recién nacidos lloran y tienen momentos de inquietud y agitación, cuando un bebé sano llora durante más de 3 horas al día, más de 3 días a la semana y durante por lo menos 3 semanas, se dice que padece una afección llamada “cólico de lactante”. El famoso cólico, puede ser inquietante y hasta desesperante, pero lo bueno es que dura poco: la mayoría de los bebés superan los cólicos a los 3 o 4 meses de edad.
A partir de los cuatro meses el bebé nos dará muestras claras de haber entendido la relación de causa y efecto que le permite llorar para pedir algo especifico y claro, hacer gracias, ojitos, trompitas, ruiditos y miradas especiales. Tu bebé ahora es capaz de transmitir conscientemente lo que quiere o necesita. El lenguaje corporal hace su aparición con fuerza y el niño lo usa para explicarnos claramente si quiere bajar de la silla, ser tomado en brazos o dejar de comer. Incluso nos apartará la mirada si quiere cambiar de actividad.
A partir de los nueve meses empezará a decir sus primeras palabras, generalmente papá y mamá, aunado a un lenguaje corporal más intenso. Para esos momentos, apartará la cabeza y la sacudirá para negarse a algo, sobre todo a comer más si no tiene apetito.
Nuestro bebé nos escucha continuamente, con ansia, asimilando lo que decimos y tratando de imitarnos. Que hermoso y que gran responsabilidad.
¿Cuándo preocuparnos por su llanto?
Te aseguro que como madre se te desarrolla un instinto increíblemente capaz de entender el sufrimiento de tu bebé, pero aquí una guía rápida que te puede ayudar a identificar otro tipo de problemas.
Cuando llora parece que se retuerce. Probablemente sea cólico, a veces pasa cambiándolo de posición. Funciona bien cargarlos boca abajo o colocándolo en la misma posición sobre las piernas. Un bebé que llora en la misma intensidad aún habiendo hecho todo lo posible para calmarlo debe visitar al doctor.
El bebé llora porque no puede obrar. Su doctor te dirá si aplica ponerle un supositorio de glicerina, sin embargo ojo con esto, si lo acostumbras después no podrá hacerlo naturalmente.
El bebé llora y tiene calentura. Ni hablar, llama inmediatamente al doctor.
El bebé llora mucho y su boquita está algo amoratada. Probablemente tiene frio. Si después de arroparlo bien sigue igual llama de inmediato al. doctor.
El bebé llora porque le están saliendo los dientes. En ocasiones la dentición es dolorosa y hasta les llega a dar un poco de diarrea. Obvio tu doctor tiene la ultima palabra, pero también ayuda dándoles una galleta dura que les ayudará a rascarse las encías. Pero ojo, debes vigilar en todo momento que no se le vaya un pedacito que se le pueda atorar.
Si tu bebé recién nacido y durante el primer mes llora mucho, tal vez te hace falta lo que coloquialmente llamamos hacerlo taquito. Envolverlo bien con tu cobijita de forma que los brazos y piernas queden pegadas a su cuerpo. Esto aunque parezca arcaico tiene una función lógica: en el vientre no tenían espacio para estirarse, si los dejamos libres, se asustan con sus mismos movimientos y eso los pone nerviosos e inestables. Gran lección de las abuelas, hazlo taquito y ve que no tenga frio.Por ultimo, si tu bebé llora haz este rápido chequeo:
Checa su pañal.
Ofrécele pecho o mamila.
Carga y abrázalo.
Tiene frio o calor.
Si aún así llora más de una hora, busca de inmediato al doctor.