Para 1918, en un acto completamente fuera de serie, desafió las leyes electorales y se postuló como candidata al Congreso de la Unión por el 5° distrito de la capital. Sorpresivamente reunió los votos necesarios; sin embargo, fue desestimada del cargo por ser mujer.

En 1920 recibió el primer nombramiento diplomático como Comisionada Cultural.
Luego del asesinato de Venustiano Carranza en 1920, Hermilia Galindo desapareció de la vida pública y, aunque siguió redactando textos en pro del sufragio femenino y los derechos de la mujer; sus esfuerzos se centraron en la vida familiar. Se casó con Manuel de Topete y tuvo dos hijas.
No fue sino hasta 1952 cuando Hermila Galindo se convirtió en la primera mujer congresista federal de México; y en 1953, vio realizado su sueño cuando el Congreso y el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines aprobaron la reforma al artículo 34 de la Constitución con el siguiente texto:
SON CIUDADANOS DE LA REPÚBLICA LOS VARONES Y MUJERES QUE, TENIENDO LA CALIDAD DE MEXICANOS REÚNAN ADEMÁS LOS SIGUIENTES REQUISITOS: HABER CUMPLIDO 18 AÑOS DE EDAD, SIENDO CASADOS, O 21 SI NO LO SON Y TENER UN MODO HONESTO DE VIVIR”.










