Terapia Facial con Hielo ¿Realmente Beneficia a la Piel?

0
1038
Foto Web
¿Habías escuchado La terapia facial con hielo? Este truco proviene del Oriente y se ha extendido por todo el mundo para cuidar la juventud. Consiste en pasar un cubo de hielo frío por toda la piel para hidratar, tonificar y prevenir arrugas, entre otras cosas.

Para saber cuándo es recomendable el uso del hielo, Infobae contactó a la sub-jefa del servicio de dermatología de Hospital Universitario Austral, la doctora Ana Beatriz de Pablo y aseguro que es muy común que se recomiende el uso de hielo directamente en la dermis para mejorar la circulación sanguínea y prevenir el envejecimiento prematuro y las arrugas pero, lo cierto es que las propiedades del frío solo mejora las pieles rosáceas como también alivia zonas congestionadas como ojeras.

“El uso de agua fría para bañarse o para lavarse la cara, evita el enrojecimiento por vasodilatación típico del baño caliente -o muy caliente- el agua a altas temperaturas va a barrer la grasa normal de la piel y quedará más seca luego de su utilización.

Foto Web

En general, se recomienda usar agua tibia, a temperatura ambiente o fría (de acuerdo a la tolerancia de cada persona). Resulta sumamente útil en aquellas personas que tienden a tener piel rosácea, inevitablemente deben hacerse amigas del agua más fría”, destacó la doctora De Pablo a Infobae.

Lo cierto es que la utilización de hielo no es sinónimo de buena circulación o de  una mejora visible en la piel sino que, en muchos casos puede ser perjudicial el contacto directo del agua congelada con la dermis. La mejor opción es, con aplicaciones moderadas, colocar paños de agua fría que ayudan a descongestionar el rostro.

El hielo, resulta un buen recurso para poder descongestionar zonas como ojeras hinchadas pero nunca debe estar en contacto directo con la piel. Se recomienda el uso de gasas o algodón para apoyar sobre la superficie edematizada (hinchada) y por consiguiente, se puede completar el tratamiento con una tisana de manzanilla helada.

APLICACIÓN CORRECTA

Limpia a profundidad la zona y asegúrate de que esté libre de cosméticos como maquillaje.
2. No te lo pongas directamente, debes envolverlo en un paño.
3. Frota el paño en diferentes áreas del rostro por dos minutos cada vez.
4. Realiza movimientos circulares a lo largo del rostro
5. Completa el tratamiento con un tónico.