Nuestras abuelas tenían razón: la manzanilla es la “gran infusión” para hacer frente al vientre hinchado. Lo confirman los nutricionistas.
¿cuántas veces las abuelas han intentando calmar un dolor de panza con una infusión de manzanilla? Muchas. Muchísimas. Y tenían razón. Pero no solo porque sea una excelente alternativa para tratar molestias gastrointestinales, sino porque también alivia la inflamación abdominal derivada de esos problemas. Y aunque últimamente en nuestro empeño por encontrar la solución a la inflamación abdominal nos hemos entregado a las bondades de otras infusiones casi virales –jengibre, menta…–, una de las soluciones más eficaces ya nos la habían dado nuestras abuelas. “El hecho de tomar manzanilla cuando hay dolor de estómago, gases e inflamación, es una tradición cultural, pero hay estudios científicos que avalan sus beneficios”, explica la psiconutricionista Itziar Digón.
Por tanto, buenas noticias para las que padecemos la temida “inflamación de las dos de la tarde”, así la llamó Khloé Kardashian en uno de sus vídeos virales. La manzanilla puede ser muy efectiva en este sentido. La manzanilla tiene propiedades carminativas o, lo que es lo mismo, tiene el poder de reducir los gases y la hinchazón abdominal, tiene un efecto sedante, compuestos antioxidantes y antiinflamatorios y propiedades antibacterianas, antifúngicas, antiespasmódicas, antiulcerosas y antivirales.
El hecho de que sea tan efectiva también para reducir cólicos menstruales radica también en su efecto relajante, capaz de reducir los espasmos de los músculos lisos y de las paredes del intestino. Y claro, si tenemos en cuenta que la inflamación abdominal se produce, sobre todo, por procesos digestivos complicados, parece que estamos ante la opción perfecta para aliviar este problema.
¡Que no falte la manzanilla en tu despensa!










