Con lápiz, con un producto en polvo, con una pomada y con un gel para cejas. ¿Dominas todas estas técnicas?
Maquillar las cejas va mucho más allá de rellenarlas con un tono exacto al del color natural de tu pelo. Ésa es una de las ideas más básicas pero, en realidad, maquillarlas correctamente consiste en darles la forma deseada, con el tipo de textura y el grado de naturalidad deseados en cada ocasión.
No siempre tenemos que usarlas con el mismo estilo, actualmente existen muchísimas formas de maquillar nuestras cejas, una para cada ocasión.
Con un gel con color

Es la opción más sencilla para quienes no se sientan especialmente expertas ya que solo con peinar la ceja en la dirección del pelo con este tipo de productos ya consigues un efecto visual instantáneo. Además, no necesitas ser tan precisa como si estuvieses utilizando un lápiz para rellenar una ceja pelo a pelo, por ejemplo, y en caso de que busques un resultado ultra natural puedes limitarte a usar un gel transparente.
Con un lápiz

La regla básica para maquillar las cejas con un lápiz es marcar la línea inferior de las mismas y, a partir de ahí, empezar a rellenarlas desde el inicio hasta la cola. Para conseguir un resultado lo más natural posible lo ideal es hacerlo dibujando la ceja pelo a pelo, respetando la dirección del vello en cada zona. Cuanta más presión hagamos con el lápiz, evidentemente, más gruesa será la línea y mayor cantidad de pigmento pondremos en cada pasada, por lo que se puede jugar con esto según la zona de la ceja que estemos maquillando. Por ejemplo, es aconsejable ejercer menos presión en su comienzo, para que los pelitos se vean más suaves y difuminados, y que la mayor intensidad se concentre según nos acercamos a la cola de la ceja.
Con un producto en polvo

En el caso de utilizar un producto en polvo, el procedimiento varía: esta vez no se recomienda comenzar por el inicio de la ceja sino por el centro de la misma. Lo ideal es comenzar a maquillar desde el centro de la ceja e ir rellenando el resto del cuerpo y, en el último momento, trabajar el inicio utilizando solo los restos de producto que queden en el aplicador. De este modo, el resultado natural y favorecedor está garantizado. En cuanto al tipo de brocha, las mejores son las biseladas y es importante que escojas una adecuada para trabajar productos en polvo.
Con una crema

En el caso de utilizar un producto en crema, el procedimiento a seguir sería una combinación de los dos trucos anteriores. Primero, marcamos la línea inferior de la ceja para crear mayor precisión y, después, continuamos rellenando como con los productos en polvo. Es decir, comenzando en el centro de la ceja, rellenando hasta la cola y utilizando el sobrante de producto en el inicio de la misma. Normalmente, este tipo de productos son los que consiguen una ceja más definida y la brocha ideal para utilizarlos, de nuevo, sería de forma biselada pero con un tipo de pelo apto para texturas líquidas o en crema.










