La Alimentación de la Mujer Embarazada

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Desde el momento que una mujer queda embarazada,  el feto va a ir alimentándose de la madre a través del cordón umbilical.

La alimentación de la madre va a ser vital. Es uno de los factores más importantes para una buena gestación. Es necesario, por ello, que las calorías consumidas por una mujer embarazada aumenten en 15 por ciento aproximadamente en este periodo.

Se ha comprobado que los hijos de madres con una dieta crónicamente baja en proteínas son más vulnerables a las enfermedades graves.

Una carencia nutritiva puede sentar las bases de un desarrollo inadecuado.

Parece probable que la desnutrición materna grave puede afectar el desarrollo intelectual óptimo del niño, además de afectar al desarrollo físico.

Por otro lado, una sobrealimentación tampoco es buena, se corre el riesgo de sobrepasar el límite razonable de 10-12 kilos de diferencia que debe existir entre el comienzo y el final del embarazo.

La mujer sobrealimentada está predispuesta a intoxicaciones, edemas, hipertensión arterial, albúmina en la orina, etc., que podrán influir sobre el normal desarrollo del feto.

Este aumento resulta básicamente de la suma de los pesos del feto, la placenta el líquido amniótico y el útero

Es conveniente que la mujer embarazada se pese con frecuencia, moderadamente y siga una dieta variada y sana de la cual se le elimine el tabaco y el alcohol.

Los principales alimentos que debe de tomar la mujer embarazada son:

Proteínas. Son Importantes en cualquier dieta, ya que contribuyen a formar el material constructivo y fundamental para el desarrollo de todo ser humano.

La mujer gestante debería consumir, por lo menos, 100 g de proteínas al día y no superar los 200 g de las mismas.

Las sustancias proteínicas están contenidas en la carne, pescados, huevos y en los quesos.

Es aconsejable que la mujer varíe sus alimentos y no coma siempre los mismos.

Hidratos de carbono. Es aconsejable que consuma diariamente unos 400 g de hidratos de carbono. Estos se encuentran en el pan , pastas, arroz dulces,etc.

Grasas. Es preferible un tipo de grasa animal, como la mantequilla.

Hay que tener cuidado con las grasas, ya que un exceso supone un mayor trabajo para el hígado, además de que favorecen la obesidad.

Calcio. Debe consumir 1.5 gramos de calcio.

El calcio se encuentra en la leche o yogurt  alimento que es aconsejable que beba en gran cantidad, ya que poseen, además, proteínas y vitaminas.

La leche además, ayuda a un buen desarrollo de los huesos del niño, de sus músculos y de sus dientes.

Hierro. Se Deberá aumentar el doble la cantidad en la gestante. Es bueno porque previene un posible estado anémico, al que se tiene normalmente durante el embarazo.

Es conveniente que el feto acúmule en su organismo una gran reserva de hierro ya que al alimentarse de leche materna tras el nacimiento, no podrá encontrar en esta la cantidad necesaria de hierro.

En la carne , hígado, yema de huevo, verduras, legumbres y uvas se encuentran bastante hierro.

Yodo. Se encuentra en el pescado, acelgas, algunas frutas como las fresas y piña.

 

Sal. Durante el embarazo se aconseja reducir al mínimo la sal, ya que favorece la retención de agua en los tejidos, dando lugar, por ello, a manifestaciones patológicas conocidas con el nombre de edemas.

Fósforo. La mujer en cinta necesita una cantidad mayor de este mineral. Este se encuentra en gran cantidad de alimentos como el yogurt, queso, granos, carnes  nueces y semillas.

Vitaminas: Su presencia en cualquier dieta es indispensable, ya que el organismo no la sabe sintetizar.

Estas son importantes para el buen funcionamiento del organismo, ya que intervienen en importantes procesos metabólicos.

Hacia el final del embarazo y en el parto se recomienda la administración de vitamina P, ya que ejerce una acción de protección en los capilares sanguíneos y, por tanto, evitará la formación de pequeñas manchas azuladas producidas por la dilatación de capilares venenosos que suelen aparecer en los muslos.

La vitamina K es recomendable en las proximidades del parto, ya que resulta importante en los procesos hemorrágicos.

La mujer embarazada deberá tener especial cuidado con una serie de alimentos, ya que el estómago y el intestino, debido a la presencia del feto, creo que están más comprimidos.

Tendrá que tratar de evitar las especias, carnes en conserva, crustáceos y, en general todos los alimentos que puedan ser fuertes tanto para el intestino como para el estómago. Comer ensaladas, carne asada, pan integral, leche, fruta seca, verduras, queso, agua, pescado.

Respecto a los líquidos, se deberán evitar todas las bebidas alcohólicas.

Otro aspectos que deben tener en cuenta las mujeres embarazadas es que los médicos recomiendan a las mujeres que ganen 1 kg al mes, llegando como máximo a un aumento de peso que no sobrepase los 12 kg.

Si el médico encuentra que ganas más kilos de los que debiera este le dará las instrucciones pertinentes generalmente aconsejan reducir las grasas, pan, etc.

Es Posible que este aumento de peso se debe a una retención de agua en los tejidos. Suele ser normal en tal caso , que los tobillos se hinchen.